16/2/14


   ¿Has cruzado valles y montañas alguna vez, a pie y rodeado de la nada y sin ninguna compañía ni posibilidad de obtenerla durante horas y horas? Dosificar el esfuerzo. Sucumbir a tu irremediable destino mientras gozas del camino. Yo quiero eso una vez más.

   Quiero estar en el Karlův most, en Praga, y emocionarme con la grandeza comedida de las piedras que hablan. Quiero comer otra vez en Bratislava, en el Slovak Pub, y embriagarme de aromas y culturas. Quiero una cerveza y luego otra. Quiero sentir el cuerpo frío de una mujer hermosa en mi cálida cama. Una noche más en el Melé. Alcanzar metas. Soñar despierto. Conversar. Y disfrutar del sol de invierno todo el tiempo que pueda. Navegar a vela. Superar problemas. Admirar el arte y sentir la lluvia. Quiero tumbarme en el jardín a contemplar las estrellas. Quiero descubrir libros. Colonizar rincones. Y sobre todo quiero reír: reír como si nada importara. Quiero eso. Sólo una vez más.