17/9/10



TODO ES VANIDAD

Su gusto por la repetición imaginaria de pequeños momentos y rostros siempre le había reportado gratos ratos de entretenimiento y dulces pausas para la divagación. Pero desde hacía siete semanas la disparidad de reflexiones que antaño eran la esencia misma del placer se focalizaban, en cada vez más frecuentes ocasiones, en un sola que, aunque magnánima y deseada, le producía inquietud y recelo a partes iguales… entonces comenzó a barajar otras posibilidades, a buscar renuncios en los detalles más exiguos, a ampararse en las palabras más insignificantes que, tras el prisma de la lógica, resonaban firmes y claras impregnando sus pensamientos del oscuro aroma de la confusión.

Estuvo vagando minutos, quizás horas, sólo los días lo saben, por pasadizos ladrones de inocencia, enfrentándose a carteristas de la bondad, vendedores de ironía y retóricos de la inverosimilitud que, mediante silogismos de saldo, lograban por momentos desorientarlo alejándolo del final. Pero el final acabó llegando y, como casi siempre hace, sin disculpar su tardanza y escupiendo la verdad entre dientes.


PD: Sólo cuando el sonido de las alas al chocar lo consiga inundar al fin todo disfrutaremos por completo de nuestra propia libertad.